El chasis es una estructura fundamental en la mayoría de los vehículos, actuando como el esqueleto sobre el cual se montan los demás componentes. Tradicionalmente, el chasis ha sido la base para colocar la carrocería, el motor, la transmisión y otros sistemas esenciales de un vehículo. Hay diferentes tipos de chasis, los cuales pueden variar dependiendo del tipo de vehículo y su propósito.
En los primeros automóviles, el chasis era una estructura simple y rígida, generalmente de forma rectangular, hecha de acero u otros materiales resistentes. Con el tiempo, el diseño del chasis ha evolucionado para mejorar la seguridad, la eficiencia y la comodidad de los vehículos. En la actualidad, muchos coches utilizan un diseño de «carrocería sobre bastidor» o un chasis monocasco. El chasis monocasco es más ligero y permite una distribución más eficiente del peso, lo que mejora la economía de combustible y el manejo del vehículo.
El chasis también juega un papel crucial en la seguridad. Está diseñado para absorber y disipar la energía en caso de colisiones, protegiendo así a los ocupantes del vehículo. Además, el diseño del chasis influye en la aerodinámica del vehículo, lo cual es esencial para lograr una mayor eficiencia de combustible y estabilidad a altas velocidades.
En resumen, el chasis es un componente esencial de los vehículos, proporcionando la estructura necesaria para soportar otros sistemas y contribuyendo significativamente a la seguridad, la eficiencia y el rendimiento general del vehículo.