Un enlace, en el contexto del tránsito y la movilidad, se refiere a un punto de conexión o intersección entre dos o más caminos, carreteras o vías que permite a los vehículos y peatones cambiar de dirección o avanzar hacia destinos diferentes. Los enlaces son elementos esenciales en la planificación de la infraestructura vial, ya que garantizan una circulación fluida y segura. Estos pueden variar en su complejidad, desde simples cruces a nivel hasta complejas intersecciones con múltiples carriles y señalización específica. La correcta gestión y diseño de los enlaces es fundamental para evitar congestiones de tráfico y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.
En resumen, los enlaces en el contexto del tránsito son puntos cruciales de conexión que permiten a los vehículos y peatones cambiar de dirección o avanzar hacia diferentes destinos de manera segura y eficiente. Su diseño y gestión adecuados son fundamentales para mantener una movilidad fluida y minimizar los riesgos en las carreteras y calles de nuestras ciudades.