La seguridad pasiva en el contexto de la industria automotriz se refiere a todas las medidas y sistemas diseñados para proteger a los ocupantes de un vehículo en caso de un accidente. Estos elementos están diseñados para minimizar los daños personales y materiales en caso de una colisión o un incidente en la carretera. Algunos ejemplos de seguridad pasiva incluyen los cinturones de seguridad, los airbags, los reposacabezas ajustables y las estructuras de la carrocería diseñadas para absorber y dispersar la energía de un impacto. Estos componentes trabajan en conjunto para reducir la gravedad de las lesiones en caso de un accidente, protegiendo así la vida y la integridad de los ocupantes del vehículo.
La seguridad pasiva es un aspecto fundamental en la fabricación de automóviles, ya que juega un papel crucial en la protección de las personas que viajan en el vehículo. A lo largo de los años, los avances en la tecnología y la ingeniería automotriz han llevado a mejoras significativas en los sistemas de seguridad pasiva, lo que ha contribuido a reducir las tasas de lesiones y fatalidades en accidentes automovilísticos. La constante innovación en este campo continúa siendo una prioridad para la industria, con el objetivo de proporcionar a los conductores y pasajeros la máxima protección posible en todas las situaciones de manejo, reforzando así la importancia de la seguridad pasiva en el diseño y la fabricación de vehículos.