Se refiere al acto de obedecer y acatar las indicaciones y señales de tráfico establecidas por las autoridades competentes. Esto implica detenerse por completo cuando una señalización, como un semáforo en rojo o una señal de alto, lo requiere. La detención de una señalización no solo es una cuestión de cumplir con la ley, sino que también es esencial para prevenir accidentes y mantener un flujo de tráfico ordenado y seguro en las carreteras. Los conductores deben comprender la importancia de este concepto y estar dispuestos a detenerse de manera oportuna cuando se les indique, lo que contribuye en gran medida a la seguridad de todos los usuarios de la vía.
En resumen, la detención de una señalización es un principio básico en la conducción responsable y segura. Supone la obediencia a las señales de tráfico y la parada inmediata cuando sea necesario, lo que ayuda a prevenir accidentes y a mantener un entorno vial organizado. Cumplir con este concepto es esencial para garantizar la seguridad de todos los conductores, peatones y ciclistas en nuestras calles y carreteras.