Un camino rural es una vía de transporte ubicada generalmente en zonas agrícolas, forestales o montañosas, alejada de las áreas urbanas densamente pobladas. Estos caminos a menudo presentan una superficie de tierra, grava o pavimento básico, en contraste con el asfalto típico de las carreteras urbanas o autopistas. Su mantenimiento puede ser menos frecuente, y su diseño suele adaptarse a las condiciones naturales del terreno, lo que a veces resulta en trazados irregulares o estrechos.
Estos caminos se caracterizan por tener un tráfico menos intenso, pero pueden presentar desafíos únicos para los conductores, como la presencia de maquinaria agrícola, animales sueltos, y condiciones variables del camino, especialmente en climas extremos o temporadas de lluvia. La visibilidad también puede ser limitada debido a curvas cerradas, colinas o vegetación densa.
En el contexto de la educación vial, se enfatiza la importancia de conducir con precaución en caminos rurales, adaptando la velocidad a las condiciones de la vía, manteniendo una distancia segura con otros vehículos y ser consciente de posibles obstáculos o animales en el camino. Además, se recomienda tener en cuenta la falta de señalización o iluminación en estas áreas, lo que requiere una mayor atención y conocimiento de las prácticas de conducción segura.