Un desvío se refiere a una ruta alternativa o un cambio temporal en el camino original que los conductores deben seguir para evitar obstáculos, construcciones o condiciones de tráfico adversas. Estos desvíos son comunes en áreas urbanas donde se realizan reparaciones en las carreteras, se llevan a cabo eventos especiales o se producen accidentes que bloquean el paso. La finalidad de un desvío es mantener la fluidez del tráfico y garantizar la seguridad de los conductores y peatones, proporcionando una ruta clara y señalizada que permita sortear el obstáculo de manera eficiente. Los desvíos suelen estar acompañados de señales de tráfico, conos de tráfico y otros dispositivos de advertencia para guiar a los conductores de manera segura por la ruta alternativa hasta que puedan regresar al camino original.
En resumen, un desvío en el contexto del tránsito es una solución temporal para sortear obstáculos en la carretera y mantener la seguridad y la fluidez del tráfico. Estos desvíos son una parte importante de la gestión del tráfico urbano y juegan un papel clave en la reducción de congestiones y en la prevención de accidentes en las vías públicas.