Una cuneta en el ámbito de tránsito es una zanja o canal que se construye generalmente a lo largo de los bordes de una carretera o calle. Su propósito principal es recolectar y dirigir el agua de lluvia y de drenaje, evitando que se acumule en la superficie de la vía, lo cual podría causar daños en la estructura del camino o crear peligros para los vehículos. Las cunetas pueden ser abiertas o cerradas.
Una cuneta abierta es simplemente una zanja con una forma definida, normalmente en V o U, que permite que el agua fluya a lo largo de ella. Estas cunetas son visibles a un lado de la carretera y a menudo están revestidas con concreto, grava o vegetación para prevenir la erosión.
Por otro lado, una cuneta cerrada está cubierta por una superficie, como una rejilla o una losa, y el agua se drena a través de esta cobertura hacia un conducto subterráneo. Este tipo de cuneta es más común en áreas urbanas donde el espacio en la superficie es limitado o donde se busca una estética más limpia y ordenada.
Ambos tipos de cunetas son esenciales para el manejo eficiente del agua de lluvia y la protección de las infraestructuras viales, así como para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía. Además, en algunos casos, las cunetas también pueden desempeñar un papel en la gestión del agua subterránea y en la filtración de contaminantes.