Una rotonda de tráfico, también conocida como glorieta, rotonda o rotonda de circulación, es un tipo de intersección vial diseñada para gestionar de manera eficiente el flujo de vehículos y mejorar la seguridad en las intersecciones. En su forma más básica, una rotonda es un círculo de pavimento donde convergen varias carreteras o calles. El tráfico en una rotonda se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj, y los conductores deben ceder el paso a los vehículos que ya están dentro de la rotonda. Las rotondas tienen el propósito de reducir los accidentes de tráfico al eliminar los cruces directos y los semáforos, fomentando una fluidez constante y reduciendo la velocidad de los vehículos.
Las rotondas pueden variar en tamaño y complejidad, desde pequeñas glorietas circulares hasta complejas intersecciones con múltiples carriles y entradas y salidas. Están diseñadas para facilitar la circulación de tráfico sin problemas y reducir la congestión en áreas urbanas y carreteras de alta densidad. Además, las rotondas ofrecen un mayor nivel de seguridad al obligar a los conductores a disminuir la velocidad y ceder el paso antes de ingresar, lo que reduce la gravedad de los accidentes y mejora la eficiencia del flujo vehicular en nuestras ciudades y carreteras.