Los usuarios vulnerables en el contexto del tránsito son aquellos individuos que, debido a su condición física, social, económica o demográfica, se encuentran en una posición de mayor fragilidad y riesgo en las vías públicas. Estos pueden incluir a peatones, ciclistas, niños, ancianos y personas con discapacidades físicas. Los peatones, por ejemplo, son especialmente vulnerables debido a su falta de protección y su exposición directa a vehículos en movimiento. Los ciclistas, por otro lado, comparten la carretera con vehículos motorizados mucho más grandes y rápidos, lo que aumenta su riesgo en caso de accidentes.
Además de estos grupos, también se consideran usuarios vulnerables a aquellos que enfrentan barreras económicas, como no tener acceso a un automóvil propio o a un transporte público seguro y accesible. La falta de infraestructura adecuada, señalización clara y medidas de seguridad específicas para estos grupos también contribuyen a su vulnerabilidad en las vías públicas. Por lo tanto, es crucial que las políticas de tránsito y seguridad vial tengan en cuenta a estos usuarios vulnerables y trabajen en la implementación de medidas para proteger su integridad y mejorar su movilidad en las calles.